Abro los ojos. Noto la cama más estrecha. Veo tu brazo rodeándome. Me desperezo. Me giro. Te observo. Sonrío. Estás a mi lado. La habitación se va iluminando. Sigues durmiendo. No puedo dejar de mirarte. Me encantas. Poco a poco abres los ojos. Me miras con un ojo abierto. Luego los dos. Yo sigo sonriendo. Sonríes. Sonreímos. Te beso. Sobran las palabras. Volvemos a sonreír. Me abrazas. Te miro. Buenos días, amor; me dices.
Mi pequeño, 10 meses a tu lado que se me han pasado como un suspiro. Gracias por hacerme sonreír cada uno de los días, por buscar cualquier motivo para conseguirlo, por cabezota que yo sea.
Tendremos nuestros más y nuestros menos a veces, pero nada es suficiente para ponernos freno. Una tarde un jueves tuve claro que te quería en mi vida para siempre, lo confirmaste con un abrazo. Y un sábado 2, lo sellamos con un beso.
No me cansaré de repetirte nunca lo muchísimo que te quiero y que te necesito a mi lado, para que no se te olvide Nunca Jamás (;
Gracias por todo, amor.
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